domingo, 20 de febrero de 2011

CALLES VACÍAS


I

La magia se encuentra en un chiringuito de calle cerrado, con la luna escoltándole la figura, fumando un camel después de caminar dos horas buscando a nadie. O a todos a la vez, menos a los que duermen.

La gente no sabe que las ciudades viven por la noche en la calle. Sólo él piensa que lo sabe.

El asfalto habla atiborrado de pasos, recomponiéndose.

Ha dejado de callarse después de la marea.

La soledad se sentó a su lado; apagó la colilla en los ojos de la acera y la invitó a acostarse.


II

Entrando a tope, buscando a muerte por entre la incertidumbre sin encontrar nada que a simple vista llame la atención quedándote con lo más efímero y vulgar sin sobrepasar apenas casi nada de lo permitido en un bar.

La amargura empieza en ti, el dolor empieza en ti, pero también la búsqueda, y la ansiedad de encontrar algo más, pero también la necesidad de emprender, pero también la magia, y las ganas, y la pasión, y ese no sé qué de algo más que esto...


III

Es muy fácil ser original. Sólo hay que decir la verdad sobre un cuadro, rodeado de gente snob de la que esperar otro cocktail o un bajar de gafas a cámara lenta. Sólo tienes que coger un periódico y quemarlo. Para que así la gente se dé cuenta de que era sólo papel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario